Tal vez, la más importante lección que nos ha dejado a la humanidad la pandemia, de la cual apenas estamos saliendo, ha sido reconocer el gran valor de la información. Descuidada o subvalorada puede confundirnos, asustarnos, llenarnos de miedo, Bien manejada puede alegrarnos, enseñarnos y, lo más importante, cuidarnos. No es para menos, los científicos actuales, apoyados en lo más antiguos, han estado llamando nuestra atención sobre su inmenso valor, de hecho, en este momento, muchos aceptan que ella es lo único capaz de explicar nuestro origen, el vacío creativo que nos hizo posibles.
Realidad que se desconoce es oscuridad. La humanidad y todo ser vivo lo sabe. Una célula lleva en sí gran cantidad de información la cual, al relacionarse consigo misma, lo demás y todo lo demás le permite entenderse y entender el universo del cual hace parte, conservarse, cuidarse. Conocimiento creativo que resulta de saber reconocer la información que le resulta útil para conseguir ese su más importante propósito.
Y eso es Lésiga, nuestra plataforma que ha buscado posibilitar la expresión del conocimiento creativo que los activos poseen, la información que las células empresariales aportan y le permiten al empresario cuidarse y cuidar su empresa, un ser vivo tan complejo como es nuestro cuerpo, nuestro mundo de células y órganos responsables de las funciones que hacen posible su existencia. Nada tan importante, en estos momentos, como reconocer que los activos expresan la información, la sacan de la oscuridad de las bodegas para contarnos acerca de su naturaleza y el estado de la misma.
Casi siempre sólo se les reconoce su valor monetario en la contabilidad, sin embargo, ellos están dispuestos a compartir toda la información inmersa en si mismos. Nos pueden contar, por ejemplo, si están en buen estado, dónde están disponibles, si tienen reemplazo en lugar de un daño o un accidente, si pueden ser útiles a alguien más cuando a la empresa le resultan obsoletos, quién los produce y si hay algo más actualizado para reponerlo en sus funciones, quién responde por ellos.
Bien larga puede resultar esta lista de los beneficios que aportan para el cuidado de la Empresa, de la cual hacen parte, si esta reconoce y asume que llegó el momento de redescubrirlos en todo su valor por la información que puede ofrecer, más aún si está actualizada. Este es el momento para hacer esta importante tarea y Lésiga sabe y ayuda a las empresas a convertirlos en conocimiento creativo.
Lésiga invita a aventurarse en este territorio lleno de información que son los activos empresariales y les tiene más sorpresas. En la próxima nota, les cuento.