Si alguna vez han jugado Sudoku o lo han intentado, habrán notado la importancia que tiene cada número para completar solidariamente la secuencia, no hay ninguno más importante que otro. La vida es como un sudoku, hay que aprender armar equipo conservando la propia identidad y comprender el valor de tener un propósito común, además del valor individual. De alguna manera el trueque es algo perecido, un ejercicio de colaboración generoso y divertido. Yo tengo algo único que alguna vez fue importante y en agradecimiento a la utilidad que me prestó en un momento dado, sería bueno encontrarle un lugar importante en la necesidad de otra persona. Esa es la función del trueque.
Las plataformas tecnológicas se pueden convertir en el tablero donde jugamos a intercambiar beneficio mutuo, a crear capital relacional, una opción para mostrar el espíritu de colaboración que intrínsecamente hay en todo ser vivo, en cada ser humano. El trueque es como ensayar la creación de una nueva “Bolsa de Valores”
Tengo algo guardado que les puede resultar útil, ustedes tienen algo guardado que me puede ser útil, aprovechemos la oportunidad para fortalecer nuestros rasgos de solidaridad y la reciprocidad. El trueque no es un intercambio de equivalente como pasa en la otra bolsa de valores, no. Es un intercambio que favorece la ayuda mutua. El truque tiene una mística implícita, son pactos de solidaridad entre quienes quieren ver lo valioso que resultan esos nuevos cambios de actitud que nos están proponiendo los nuevos tiempos, recuperar eso que somos, humanos.
Se cerraron una puertas podemos abrir otras que nos permitan sacarle beneficio recíproco a eso valioso que tenemos guardado y ya no nos es útil y si usted está en la mismas, hagamos trueque con ellas. Saquémosle partido a la actitud colaborativa generosa y hagámoslo divertido. Están invitados a jugar.